ORIENTACIÓN Y SALUD MENTAL FRENTE AL DESAFÍO DE UNA NUEVA PANDEMIA

Hablar de asesoramiento psicológico (counseling) en el marco de las terribles consecuencias derivadas del COVID-19, es hablar de un importante desafío para el profesional de la orientación, frente a un escenario para el cual la mayoría de los seres humanos no se encuentran preparados.

Y es que no estamos hablando únicamente del COVID-19 como mero hecho de la pandemia actual, sino de lo que, desde ya, está asomándose como una nueva pandemia, relacionada con un tema que pocas veces se atiende, la salud mental.

Según información recuperada el 16-06-2020 en DW.com, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que las consecuencias para la salud mental que está teniendo el Coronavirus en el mundo y las que va a tener en el futuro, con un posible aumento de suicidios y de trastornos, desde ya tiene encendidas las alarmas en todos los continentes.

Actualmente, las medidas preventivas de contagio continúan centradas en un importante confinamiento a nivel mundial, lo cual ha impactado en un sinfín de emociones y sentimientos que definitivamente, debemos abordar seriamente. La enfermedad y sus consecuencias, ha producido en las personas muchos miedos, angustia, frustración, incertidumbre e ira, además de una sensación de indefensión y vulnerabilidad, producto de permanecer encerrados las veinticuatro horas, aún con sus afectos, o en un escenario más complejo, quedarse sin empleo, sin vivienda, sin alimentos y posibilidades de sostener una buena calidad de vida, que redunda en bienestar psicológico, derivando esto en un importante incremento en el consumo de drogas y alcohol, así como también, los niveles de intolerancia, irritabilidad, problemas de convivencia y violencia intrafamiliar que se vienen elevando exponencialmente, a lo largo de la pandemia.

Vale destacar que dentro de los detonantes y riesgos que está expuesta la persona, podemos encontrarnos la somatización en distintas partes de nuestro cuerpo, tales como dolor de cabeza, migraña, dolor de estómago, gastritis, subidas de tensión, ACV, ataques de pánico, sudoración excesiva, dolor en la cervical, entre otros.

En este orden de ideas, el profesional de la orientación, como agente transformador, cuyas competencias de intervención están sustentadas en una importante capacidad de empatía, respeto y relación constructiva con el otro, está obligado a asumir un rol activo, protagónico y de total compromiso con la salud mental de la sociedad en la que está inmerso, donde el acompañamiento debe ir centrado en el uso de técnicas y herramientas profesionales que le permitan abordar tanto a nivel individual, como colectivo, las necesidades de las personas en riesgo, la atención oportuna y adecuada de las personas en crisis, así como también la resolución de sus conflictos, el desarrollo de su personalidad y la toma de decisiones frente a los distintos hechos que le envuelven.

Por otro lado, el asesoramiento psicológico, por parte del profesional de la orientación, busca intervenir para potenciar sus distintas habilidades, que le permitan explorar nuevas oportunidades y con ello nuevos emprendimientos, aún en situaciones adversas, así como también, educarlo para el bienestar físico y mental en medio de su realidad actual, haciendo un mejor uso del tiempo libre, contribuyendo al desarrollo de sus competencias profesionales en nuevos escenarios y plataformas remotas, favoreciendo el desarrollo de su plan de carrera existente o con la creación de uno nuevo, enmarcado en un proyecto de vida dinámico y pertinente con los cambios emergentes que se dan a partir del contexto socio histórico de la persona mentalmente sana, considerando su yo y su entorno, su aquí y su ahora, todo esto potenciado en el hecho de la orientación como disciplina social que se desarrolla en el marco de la inter, multi y transdisciplinariedad.

Desde este marco de referencia, a los fines de preservar la salud integral: física, mental y social del individuo, se hace necesario trabajar sobre el manejo de las emociones, la resiliencia y el manejo del tiempo en casa, proponiendo estudios, actividades recreativas y lúdicas, como estrategias para sostenernos en un contexto armónico y saludable, al mismo tiempo que es relevante orientar sobre la toma de consciencia al presentar resistencia a acatar las correspondientes normas de bioseguridad y sus consecuencias, todo ello vital en el sentido de la prevención.

Finalmente, hoy más que nunca cobra importancia el orientador como profesional de la salud mental en el mundo, en los diversos contextos y áreas donde haya un sistema humano, encontrándonos frente a un desafío biopsicosocial, para lo cual estamos presentes, formados y comprometidos.

M.Sc. Lisett Santos Sánchez

ORIENTADORA